Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un lienzo https://hamzahpcjt221512.develop-blog.com/46172075/así-fue-el-impacto-del-cabezazo-de-zidane-en-el-mundial