Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un lienzo en https://imogenwtoj769216.full-design.com/las-cámaras-captaron-el-cabezazo-de-zidane-desde-todos-los-ángulos-80976190